
El Gran Confinamiento y la posible recuperación de la economía
El efecto que tendrá la pandemia del coronavirus sobre la economía a escala mundial será semejante a la Gran Depresión de 1929, por lo que ya ha sido nombrado como “El Gran Confinamiento”. Para lograr una recuperación, los gobiernos de todo el orbe han respondido a la crisis con una serie de medidas alejadas de las clásicas políticas neoliberales. Respecto a la forma en la cual se comportará la economía alrededor del orbe después de la crisis sanitaria, se perfilan cinco posibles escenarios definidos por el abecedario: Z,V,U,W y L.

Por: Anjanette D. Zebadúa Soto*
De acuerdo con las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la pandemia del COVID-19 afectará en gran medida a la economía mundial, pronosticándose una caída en la producción de -3.0%.[1] Se estima que, más de 90% de los países sufrirán una contracción de su Producto Interno Bruto (PIB), es decir, del total de bienes y servicios que se producen a escala nacional durante un año.[2]

La caída de la producción mundial será peor que la experimentada durante la crisis financiera global de 2009.
FMI, Informes de perspectivas de la economía mundial, abril de 2020. Disponible en: https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2020/04/14/weo-april-2020
No obstante, la recesión será peor en América Latina, con México y Brasil experimentando una caída de su producción de -6.6 y -5.3 por ciento, respectivamente. Alrededor del orbe, 2.6 millones de personas han perdido su empleo como resultado del cierre total o parcial de sus centros de trabajo y el confinamiento, pues la demanda por bienes y servicios se contrajo en una gran magnitud.

FMI, Informes de perspectivas de la economía mundial, abril de 2020. Disponible en: https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2020/04/14/weo-april-2020
Ante tal panorama, los gobiernos de diferentes países ya están respondiendo con medidas agresivas para propiciar la recuperación económica e impulsar la demanda de trabajo. Como lo señaló la canciller alemana, Angela Merkel, “Se hará lo que sea necesario hacer”. En general, a lo largo de todo el mundo, estamos presenciado que el Estado está tomando en sus manos la rectoría de la economía, gastando más, dando dinero a las personas que han perdido sus empleos, rescatando a las empresas directamente, o al pagar al menos un porcentaje de los sueldos de sus empleados, otorgándoles créditos con bajas o nulas tasas de interés, y posponiendo el pago de impuestos; así como incrementando la deuda pública, comprando bonos y deuda para dar liquidez al sistema financiero, reduciendo el encaje legal e incluso, echando a andar la maquina de hacer billetes en vez de contraer deuda externa.
En el caso de Estados Unidos, la Reserva Federal, es decir, su banco central, comenzó desde marzo a tomar medidas sin precedentes para mantener la economía norteamericana a flote. Así, llevó la tasa de interés casi a cero, redujo los requerimientos de reservas que los bancos comerciales deben tener a cero, compró bonos del tesoro, acciones respaldadas por hipotecas, y deuda municipal y corporativa por cerca de 2 billones de dólares; además de extender líneas de crédito emergente para empresas.
Por otra parte, en cuanto al gasto del gobierno, se implementó un paquete de 2 billones de dólares para estimular la demanda, entre las medidas más representativas del mismo destaca la entrega de cheques que, el presidente Donald Trump decidió otorgar a los estadounidenses por un monto de 1,200 dólares, a los adultos, y de 500 dólares a los menores de 17 años, acción que han representado el mayor plan de estímulos nunca antes aprobado por el Congreso de EUA.
China, la segunda economía más grande en el mundo comenzó por actuar a través de su banco central reduciendo la cantidad de dinero que pide como reserva a los bancos comerciales (el encaje legal), lo cual les permitió a éstos contar con una línea de crédito adicional para apoyar a las empresas que están enfrentando problemas financieros.
Alemania por su parte, decidió abandonar su política de presupuesto equilibrado cambiándola por una política fiscal agresiva que implicó bajar el porcentaje que cobra de Impuesto al Valor Agregado (IVA), destinar 350 billones de euros de gasto público para apoyar a las empresas con créditos ilimitados, entregar dinero a las personas y reducir los costos energéticos. El monto del rescate equivaldrá a 10% de sus Producto Interno Bruto (PIB).
Es importante señalar que, aún cuando el gobierno alemán fue de los primeros en apoyar a las empresas, muchas de éstas no han actuado de manera recíproca con sus trabajadores, lo cual ha hecho que la canciller alemana haya sido fuertemente criticada por no poner candados a los millonarios apoyos otorgados a las compañías que enfrentaron problemas como resultado de la pandemia.
A su vez, Japón, es uno de los países que está implementando uno de los planes de rescate más ambicioso, pues incluye tanto pagos en efectivo a los ciudadanos y pequeños y medianos empresarios, créditos sin intereses, retraso en el pago de impuestos, y entrega de cupones para viajes; así como compra de deuda pública y privada por parte de su banco central. Analistas han estimado que el monto del plan de rescate será de alrededor del 20% del PIB de la nación nipona.
En Reino Unido también se están tomando acciones nunca antes vistas, su hacienda pública ha prometido pagar hasta 80% de los sueldos de los trabajadores por algunos meses para impedir que las empresas cierren ante la carga que esto representa. Asimismo, ha diferido los pagos de impuestos, incrementó el número y monto de los apoyos a los desempleados, estableció un programa de créditos a pequeñas y medianas empresas, e incluso ha rescatado a las organizaciones benéficas que se quedaron sin fondos para seguir operando.
Además de la política fiscal expansiva, el banco central de Reino Unido ha decidido utilizar una laxa política monetaria al bajar su tasa de interés en 0.5% y reducir el monto de las reservas que solicita a la banca comercial. Como un caso especial, se decidió que, en vez de endeudarse a través de la venta de bonos, el banco central financiará directamente la deuda pública, es decir, que comenzará a imprimir billetes para financiar las necesidades extraordinarias provocadas por la pandemia.[3] En total, el monto que los ingleses invertirán en el rescate de su economía representará 15% de su PIB.
Rusia también ha manejado una política fiscal y monetaria anti-cíclica. Así, recortó su tasa de interés en 50 puntos base, dejándola en 5.5% anual y se prevé que esta semana pueda llegar a 4.5%, el nivel más bajo desde el colapso de la Unión Soviética. Por otra parte, la banca central inyectó 500 millones de rublos a la economía para asegurar liquidez al sistema bancario, y relajó la carga de riesgo crediticio para apoyar a las empresas que buscaran un préstamo. Del mismo modo, el gobierno ruso retrasó la fecha para pago de créditos, y se otorgaron préstamos sin intereses a las empresas de los sectores mayormente afectados por la baja de la actividad económica para que pudieran seguir pagando los sueldos a sus empleados.
Al parecer todas las medidas sin precedentes implementadas alrededor del mundo, aunado al propio comportamiento epidemiológico del coronavirus, conducirán a cinco posibles escenarios de recuperación económica, hoy llamados escenarios abecedario: Z, V, U, W o L.
El más optimista, es el escenario en el cual la gráfica de la producción de todos aquellos bienes y servicios que se generan dentro de un país (el PIB), muestra una forma de Z. En éste, después de la caída por la pandemia, no ocurre una segunda ola de contagios por Covid-19, y la recuperación económica se da entonces por encima del nivel anterior al surgimiento de la emergencia sanitaria debido al que el gasto es mayor de lo que se esperaba en un escenario sin coronavirus, pues una vez que termina la cuarentena, la gente demanda todo aquello que no consumió, viajó, comió se divirtió durante el confinamiento. Como si todo se hubiera guardado para gastar cuando terminara el confinamiento.

La recuperación con forma de V es, del mismo modo que el de forma de Z, optimista aunque en menor medida. En éste, la producción nacional vuelve al nivel que tenía antes de la pandemia una vez que finaliza el confinamiento y se logra controlar una segunda ola de contagios por Covid-19.
Igual que en el escenario anterior, supone que la gente ahorro el dinero que tenía y no podía salir a gastar estando encerrada en sus casas.

El escenario de recuperación con forma de U considera que antes de la recuperación, pasarán meses durante los cuales la economía se mantendrá en su punto más bajo debido a la imposibilidad de que los sectores más dinámicos, como el comercio o el turismo, se recuperen rápidamente pues las restricciones a la movilidad continuarán hasta que no se cuente con una vacuna contra el Covid-19.

Uno de los escenarios más temidos es el de la W, el cual recuerda a la montaña rusa con las curvas más pronunciadas de un parque de diversiones. En éste, ocurre un descenso vertiginoso seguido de un ligero ascenso que más tarde desemboca en una caída aún peor, para finalmente llegar a la ansiada recuperación sostenida. Si se experimenta una segunda ola de contagios difícil de controlar, éste será el comportamiento posible de la economía.

Finalmente, está el comportamiento de la economía representado por una L. Es el peor de los escenarios, donde no hay mucha esperanza de recuperación. En éste, tras una caída muy marcada de la producción nacional no hay una recuperación, una multitud de empresas quebrarían por la reducción permanente de la demanda, el número de desempleados se incrementaría exponencialmente, estaríamos en un escenario de crecimiento lento con deflación, y sería el final de la era de la globalización como la conocemos hoy día.

Respecto a cuál será finalmente el tipo de recuperación que experimente la economía mundial, y como resulte en cada país en particular, dependerá primero del comportamiento del coronavirus: mantener un control sobre el número de contagios es indispensable, y sólo contando con una vacuna es posible asegurar que ésto se logrará plenamente.
En segundo lugar, la evolución de la dinámica económica estará basada en la adaptación a un nuevo modelo de vida post-covid, pues las empresas no podrán volver a laborar como antes, se requerirá seguir manteniendo la sana distancia en la medida de lo posible, se privilegiará el trabajo a distancia y el papel de las TIC’s será fundamental. Los restaurantes, comercios, hoteles, gimnasios y centros de entretenimiento no podrán funcionar al 100% de su capacidad. Los viajes, seguirán restringidos, especialmente los de carácter internacional y los eventos deportivos, culturales o de esparcimiento con gran aforo seguirán cancelados. Por lo que las nuevas condiciones requerirán nuevas e ingeniosas propuestas por parte de todos los sectores, actores y agentes de cambio.
Por ello, para mantener las economías nacionales lo menos mal posible, y con posibilidad de transitar por el bache de la crisis sin sucumbir, las políticas anti-cíclicas que desde hace meses han estado implementando las principales potencias mundiales, son la única posibilidad de enfrentar El Gran Confinamiento y de tener la posibilidad de recuperarse en el menor tiempo posible y con las mejores condiciones asequibles. Los efectos de, al menos a corto plazo, podrán evaluarse muy pronto, y los pronósticos a largo plazo ya podrán tener un poco más de claridad dentro de algunos meses.
[1] FMI (2020), El Gran Confinamiento: La peor desaceleración económica desde la Gran Depresión, Diálogo a Fondo: El Blog del FMI sobre temas económicos de América Latina. Disponible en: https://blog-dialogoafondo.imf.org/?p=13190
[2] Coronil J., Alicia (2020), Previsiones macroeconómicas ante el Covid-19, Self Bank. Disponible en: https://blog.selfbank.es/previsiones-macroeconomicas-ante-el-covid-19/
[3] De Miguel, Rafa (2020), El Banco de Inglaterra financiará directamente al Gobierno sin límites, El País, Londres, 9 de abril de 2020. Disponible en: https://elpais.com/economia/2020-04-09/el-banco-de-inglaterra-financiara-directamente-al-gobierno-sin-limites.html
* La autora es economista y candidata a Doctor en Estudios Urbanos y Ambientales por El Colegio de México. Especialista en temas de medio ambiente, vivienda y desarrollo urbano.
Portada: Diseño de Anjanette D. Zebadúa Soto con base en: “Impacto Financiero del COVID-19”, Deloitte y “Recuperación económica tras 2020 será definida por el abecedario: U,V, W o L”, CEO.