
¿Abrumado o agotado? Así es como puedes controlarlo para seguir avanzando
Si has trabajado en casa durante el confinamiento, probablemente lo hayas experimentado: Te sientas frente a la pantalla de tu computadora, con bastantes cosas por hacer. Con tristeza o preocupación, te das cuenta que no puedes terminar todos tus pendientes en el período de tiempo que desearías. Esto debería ser una motivación para ponerte a trabajar y terminar todo lo que puedas. Sin embargo, no siempre es el caso.
Este es un ejemplo de cómo las personas terminan por sentirse abrumadas con el trabajo que deben cumplir, lo que las pone en peligro de sufrir agotamiento.
Abrumado
Todos hemos experimentado esos momentos cuando nuestros compromisos (tanto internos como externos) han superado nuestros recursos. Terminamos haciendo malabares, y sabemos que esto provocará que soltemos algunas pelotas, solo que ese momento no ha sucedido… por ahora. Nos sucede a todos, pero no hemos actuado.
Una de las consecuencias naturales de estar abrumado es paralizarnos. Como un ciervo frente a los faros delanteros de un carro que está por atropellarlo, no hacemos nada. No podemos movernos. Liberarse de no hacer nada probablemente sea la parte más difícil, pero a la vez más esencial para escapar tanto de estar abrumado como del posible agotamiento que viene en camino.
Decidir qué dejar
El primer paso es descubrir qué es lo que podemos dejar ir. Aquí hay cuatro estrategias para liberar la presión y dejar de sentirnos abrumados:
- Hacer menos: Esto es algo así como ‘cómprale una tarjeta de cumpleaños a tu amigo en vez de hacer una desde cero’.
- Hacerlo después: Retrocede la fecha limite en la que tienes que entregar algo. Pero ten cuidado, no lo hagas por pereza, sino por salud mental.
- Delegar: Busca a otra persona para que te ayude a hacer el trabajo. Tal vez pienses que no pueden hacer las cosas como tú, pero pueden hacerlo ahora.
- Abandonar: Decide qué es lo que no puedes hacer ahora ni en el futuro. Incluso si es algo que quieres hacer, debes comprender que no será posible mientras no organices tus tareas pendientes.
No es nada fácil dejar ir las cosas, pero hasta que lo hagas, estarás atrapado mirando la pantalla del monitor preguntándote qué sigue.
El siguiente gran paso
El alivio que sientes por haber postergado, delegado o abandonando tareas no quiere decir que estés fuera de peligro. De hecho, has conseguido un breve respiro para poder avanzar a lo siguiente.
Con un poco de espacio para respirar, podrás decidir en qué cosas necesitas trabajar. ¿Qué pendiente puedes completar ahora para que ya no tengas que preocuparte más? Si estás comprometido a hacerlo, no importa qué tan grande o difícil sea, solo necesita ser realizable.
Una vez que hayas cumplido con esta tarea, podrás avanzar al siguiente pendiente, y así sucesivamente. Esto hará que te sientas productivo por estar logrando cosas.
Agotamiento
Los sentimientos de ineficacia son el núcleo del agotamiento. Los criterios que son generalmente aceptados son estar exhausto, el cinismo y la ineficacia, pero es esta última la que nos conduce al agotamiento.
Es por esto que es fundamental enfocarse en evitar y resolver estar abrumados. Tenemos que eliminar la presión que nos impide hacer cualquier cosa, y luego trabajar en aquellas cosas que nos ayudan a saber que somos efectivos. para que el agotamiento no se produzca como el resultado de estar ‘temporalmente abrumado’. Simplemente estamos abrumados hasta que dejamos que nos paralice y nos arrastre al agotamiento. ¡Es vital actuar a tiempo!
Vía Thrive Global por Robert Bogue. Ilustración por Pch.vector.