
¿Qué es el fracking?
El ‘fracking’ es un término que se ha popularizado en las últimas décadas, y que causa controversia cuando se debate sobre él. Pero, ¿qué significa? Luis Fernando Heras Portillo nos comparte este artículo publicado por la BBC como parte de su especial «Fracking: mito y realidad«.
La fracturación hidráulica o fracking es un proceso que es utilizado para extraer el llamado gas exquisito, que es una especie de hidrocarburo no convencional que se encuentra localizado a gran profundidad.
Para lograrlo, es necesario perforar la roca, inyectando a alta presión grandes cantidades de agua con elementos químicos y arena.
En países donde esta técnica es utilizada, las compañías están obligadas a publicad qué tipo de aditivos químicos utilizan.
En Estados Unidos, en cambio, cada estado decide si las empresas deben hacer pública esa información, aunque la industria estableció una base de datos de carácter voluntario en el sitio Fracfocus.
Uno de los principales problemas apuntados por los críticos es qué sucede con las llamadas aguas residuales.
Una vez que comienza a fluir el gas, entre el 25% y el 75% del fluido de fracturación con aditivos que fue inyectado a alta presión vuelve a la superficie, según señaló el año pasado en su informe sobre fracking la Royal Society.
Uno de los problemas más delicados es cómo almacenar o disponer de esas aguas residuales, también llamadas aguas de reflujo.
«La toxicidad potencial de las aguas residuales es difícil de evaluar debido a que muchos aditivos químicos usados en el fluido de fracturación hidráulica son secreto comercial no divulgado», dijo a BBC Mundo Trevor Penning, jefe del centro de toxicología de la Universidad de Pensilvania.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos, Energy Information Administration, EIA, publicó la estimación más utilizada por analistas de los recursos técnicamente recuperables de gas de esquisto a nivel mundial.
Países como China, Argentina, México y Argelia poseen recursos considerables, pero por el momento Estados Unidos, con su vasta industria petrolera, cuenta no sólo con más de una década de experiencia en fracking para hidrocarburos no convencionales sino con prácticamente un monopolio en el dominio de la tecnología.
«Es probable que Estados Unidos se convierta en el mayor productor de crudo y gas natural a fines de 2013, superando a Rusia y Arabia Saudita», informó este año la EIA.
Desde 2005 se perforaron con fracking unos 6.000 pozos para extracción de gas, según Susan Brantley, directora del Instituto de la Tierra y Sistemas Ambientales de la Universidad Estatal de Pensilvania.
En el Reino Unido, Richard Selley asegura que, dado que la producción de crudo del Mar del Norte está en declive, «sería irresponsable para un gobierno no promover la extracción de gas de esquisto».
En el caso de América Latina, donde varios países han firmado acuerdos con empresas estadounidenses para explotación de hidrocarburos, grupos ambientalistas expresaron preocupación por el posible uso e impacto de la fracturación hidráulica.
«A mí lo que me preocupa en Sudamérica es que haya determinadas empresas multinacionales que aprovechándose de la falta de poderío de la administración hagan explotación afectando el medio ambiente», dijo a BBC Mundo Luis Suárez, quien agregó que el ICOG de España está realizando cursos de formación online sobre fracking para sus geólogos en Sudamérica.
En opinión del geólogo español los gobiernos latinoamericanos deben establecer sistemas de monitoreo «con técnicos competentes absolutamente distantes desde el punto de vista económico de las compañías».
Vía BBC